Paternidad y maternidad responsable
La paternidad y maternidad responsable es “el vínculo
permanente de sangre o relación, entre el padre y la madre con sus hijos e
hijas, con reconocimiento social, que entraña sentimientos, derechos y
obligaciones, ejercidos con responsabilidad para el desarrollo integral de la
familia” (MSPAS, 2008, p. 4).
La paternidad y maternidad, ejercidas de una manera responsable, es una
experiencia que deberá estar presente a lo largo de la vida del individuo y que
inicia en el momento en que se toma la decisión de tener un hijo, que implica
preparación y madurez (Bandaña, G., Palacios, M. y Lacayo, M. , 2003, p. 95).
La responsabilidad en la paternidad y maternidad requiere de la aceptación y
cumplimiento del compromiso de formar una familia saludable, tanto física como
socialmente, que le permita tener todas las posibilidades de desarrollo y
bienestar, con todo lo que implica a nivel económico, social, ético, educativo
y en salud (Cuauhctémoc, R., 2000, p. 127).
“La decisión de tener
un hijo o hija es un asunto muy serio. Debe tenerse en cuenta que:
·
La responsabilidad de tenerlo debe ser tomada en pareja y ambos deben
asumir las consecuencias de su decisión.
·
Concebir un hijo o hija es responsabilidad del padre y la madre, criarlo
debe ser también una experiencia compartida.
·
Un hijo o hija debe ser deseado. También debe ser concebido cuando la
pareja lo decida.
·
Los hijos/as tienen el derecho de nacer y desarrollarse en el seno de
una familia.
·
La planificación familiar permite a la pareja regular su fecundidad y
asumirla” (Bendaña, et al., 2003, p. 97).
Beneficios del ejercicio de la
paternidad y maternidad responsable
Al ejercer una paternidad o maternidad responsable, el individuo
identifica este ejercicio como un acto voluntario, por lo que le es más fácil
aceptar las responsabilidades que conlleva además de reconocer y respetar lo
derechos de la niñez, los de su pareja y los propios. Todo esto tiene
repercusiones en el bienestar de la familias guatemaltecas: se reduce el
trabajo infantil, el ausentismo y deserción escolar, analfabetismo, muertes
maternas e infantiles, infecciones de transmisión sexual, abortos, familias
desintegradas, violencia intrafamiliar, niñez en abandono, desnutrición,
drogadicción y padres y madres adolescentes (MSPAS, 2008, p. 2 y 3).
Concepciones sociales de la paternidad y maternidad
Muchas sociedades han promovido la idea que las mujeres se realizan
únicamente al convertirse en madres, comprendiendo el proceso de maternidad
únicamente desde el punto de vista biológico, olvidando que la maternidad no
siempre está ligada a la biología (el caso de adopciones por diferentes
motivos), pero que sí tiene mucho que ver con aspectos afectivos, éticos,
económicos y sociales. La maternidad no es, ni puede ser, el destino único de
la mujer ni la única forma de alcanzar su realización personal, existen muchas
mujeres y parejas que voluntariamente deciden no tener hijos y no por eso dejan
de alcanzar su realización personal (Bandaña, et al., 2003, p. 95).
Otra idea socialmente muy difundida, pero no por eso correcta, es que al
padre le corresponde dar sustento económico mientras que la madre se encarga de
criar a los hijos, sin embargo, el ser padre implica mucho más que eso. El rol,
también conlleva llevar equitativamente con su compañera la responsabilidad de
brindar al hijo todo lo que necesita aún antes de nacer, criarle, valar por su
desarrollo, salud y educación, así como brindar cariño, apoyo y seguridad
(Bandaña, et al., 2003, p. 96).
Referencias bibliográficas
- Bandaña,
G., Palacios, M. y Lacayo, M. (2003). Educación para la vida:
manual de educacón de la sexualidad. Managua, Nicaragua:
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y UNFPA.
- Cuauhtémoc,
R. (2000). Educación para la salud. Tomo 1. México:
Editorial Progrso.
- Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (2008). Paternidad
y maternidad responsable: Plan estratégico. Guatemala: autor.
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